Los albores de este siglo XXI nos muestran que las organizaciones y el sistema productivo de los países se verán cada vez más influenciados por un entorno con cambios continuos de la economía internacional; el común denominador de las condiciones cambiantes es la competitividad internacional. El factor que distingue a todos estos conceptos es el cambio tecnológico al mismo tiempo está en proceso una tendencia a la internacionalización de la investigación y desarrollo tecnológico.
La Ingeniería, mediante su papel en la creación de la tecnología y su puesta en práctica en beneficio de la humanidad, ha tenido un papel protagónico en el mejoramiento de nuestro bienestar económico, de nuestra salud y de nuestra calidad de vida.
Hace apenas 300 años la expectativa de vida del ser humano era de apenas 37 años. En aquel entonces el esfuerzo principal del hombre era la satisfacción esencial de sus necesidades vitales y el enfrentar la amenaza de su repentina desaparición, debido a que las enfermedades eran una amenaza siempre presente.
Hoy, la expectativa de vida en muchas partes de la tierra está cercana a los 80 años, a medida que los avances de la medicina y de la tecnología han minimizado el impacto de enfermedades antes consideradas fatales, y el mayor esfuerzo del género humano es como mejorar su calidad de vida.
Hace apenas 150 años el viaje desde la Costa Este de los Estados Unidos hacia La Costa Oeste significaba una gesta llena de peligros, la cual tomaba varios meses. Hoy se realiza la misma travesía en unas 5 horas en medios de transporte confiable y accesible para la mayoría. Todo ello es posible gracias a la actividad de ingeniero.
Ciertamente, también es verdad que hemos tenido resultados negativos, producto de la tecnología. La contaminación, el calentamiento global, el agotamiento de valiosos y escasos recursos naturales; y fallas catastróficas, de sistemas pobremente diseñados. Sin embargo, los ingenieros y su tecnología han contribuido mediante sus innovaciones a cambiar nuestras vidas y a hacerlas más productivas.
Pareciera que a medida que el mundo entra en una “era de concientización” los ingenieros, deben estar inmersos en todos los aspectos de las sociedad y no pueden darse el lujo de ofrecer soluciones meramente técnicas, dentro de un marco económico; deben acentuar su compromiso con el bienestar de la sociedad y el hombre.
ATRIBUTOS DEL “INGENIERO DEL 2025”
A fin de señalar los atributos que debería tener el “ingeniero del 2025” debemos indicar ciertas premisas que estarán presentes en ese tiempo:
La innovación tecnológica continuará siendo rápida, y lo más probable es que acelere su presencia en nuestra vida cotidiana. Así mismo el mundo en el cual esa tecnología está presente, será un mundo intensamente interconectado a nivel global; por lo tanto el sector de la población que esté afectado por la tecnología (por ejemplo: productores, distribuidores, usuarios, etc) será cada vez más diverso y más multidisciplinario. También Fuerzas sociales, económicas, políticas y culturales continuarán impactando y configurando el éxito de las innovaciones tecnológicas. Esto quiere decir que la presencia de la tecnología permeará a nuestra vidas cotidianas en forma transparente y cada vez más significativa.
A la luz de estas premisas fundamentales, podemos señalar que muchas de las características del “Ingeniero del 2025” serían similares a las del ingeniero de hoy, pero serán exigencias más complejas debido al impacto de nuevas tecnologías. El “Ingeniero del 2025”, al igual que los ingenieros de hoy, tendrá que contar con un extenso conocimiento en Ciencias y Matemáticas, y poseer excelentes habilidades analíticas. Igualmente, deberá poseer aptitudes de diseño y descubrimiento sobre cómo aplicar sus destrezas y conocimientos frente a un desafío y un propósito práctico.
El “Ingeniero del 2025” deberá exhibir como cualidad la capacidad práctica de aplicación de su ingeniero a fin de identificar problemas y encontrar las soluciones adecuadas.
En nuestro tiempo, los ingenieros que dominan los Principios de Gerencia y Negocios, son recompensados con posiciones de liderazgo. Esta característica no sufrirá cambios en el futuro.
“El Ingeniero del 2025”, los ingenieros deberán poseer cualidades que son difíciles de expresar en una sola palabra. Ello involucra dinamismo, agilidad, flexibilidad, resistencia, y tesón.
LA EDUCACIÓN DEL “INGENIERO DEL 2025”
Debido al rol cambiante del ingeniero en satisfacción de las necesidades de la sociedad se debe lograr un balance entre la necesidad de desarrollar las habilidades técnicas en gerencia, en particular en relación a la planificación y la ejecución de los proyectos.
La Ingeniería, mediante su papel en la creación de la tecnología y su puesta en práctica en beneficio de la humanidad, ha tenido un papel protagónico en el mejoramiento de nuestro bienestar económico, de nuestra salud y de nuestra calidad de vida.
Hace apenas 300 años la expectativa de vida del ser humano era de apenas 37 años. En aquel entonces el esfuerzo principal del hombre era la satisfacción esencial de sus necesidades vitales y el enfrentar la amenaza de su repentina desaparición, debido a que las enfermedades eran una amenaza siempre presente.
Hoy, la expectativa de vida en muchas partes de la tierra está cercana a los 80 años, a medida que los avances de la medicina y de la tecnología han minimizado el impacto de enfermedades antes consideradas fatales, y el mayor esfuerzo del género humano es como mejorar su calidad de vida.
Hace apenas 150 años el viaje desde la Costa Este de los Estados Unidos hacia La Costa Oeste significaba una gesta llena de peligros, la cual tomaba varios meses. Hoy se realiza la misma travesía en unas 5 horas en medios de transporte confiable y accesible para la mayoría. Todo ello es posible gracias a la actividad de ingeniero.
Ciertamente, también es verdad que hemos tenido resultados negativos, producto de la tecnología. La contaminación, el calentamiento global, el agotamiento de valiosos y escasos recursos naturales; y fallas catastróficas, de sistemas pobremente diseñados. Sin embargo, los ingenieros y su tecnología han contribuido mediante sus innovaciones a cambiar nuestras vidas y a hacerlas más productivas.
Pareciera que a medida que el mundo entra en una “era de concientización” los ingenieros, deben estar inmersos en todos los aspectos de las sociedad y no pueden darse el lujo de ofrecer soluciones meramente técnicas, dentro de un marco económico; deben acentuar su compromiso con el bienestar de la sociedad y el hombre.
ATRIBUTOS DEL “INGENIERO DEL 2025”
A fin de señalar los atributos que debería tener el “ingeniero del 2025” debemos indicar ciertas premisas que estarán presentes en ese tiempo:
La innovación tecnológica continuará siendo rápida, y lo más probable es que acelere su presencia en nuestra vida cotidiana. Así mismo el mundo en el cual esa tecnología está presente, será un mundo intensamente interconectado a nivel global; por lo tanto el sector de la población que esté afectado por la tecnología (por ejemplo: productores, distribuidores, usuarios, etc) será cada vez más diverso y más multidisciplinario. También Fuerzas sociales, económicas, políticas y culturales continuarán impactando y configurando el éxito de las innovaciones tecnológicas. Esto quiere decir que la presencia de la tecnología permeará a nuestra vidas cotidianas en forma transparente y cada vez más significativa.
A la luz de estas premisas fundamentales, podemos señalar que muchas de las características del “Ingeniero del 2025” serían similares a las del ingeniero de hoy, pero serán exigencias más complejas debido al impacto de nuevas tecnologías. El “Ingeniero del 2025”, al igual que los ingenieros de hoy, tendrá que contar con un extenso conocimiento en Ciencias y Matemáticas, y poseer excelentes habilidades analíticas. Igualmente, deberá poseer aptitudes de diseño y descubrimiento sobre cómo aplicar sus destrezas y conocimientos frente a un desafío y un propósito práctico.
El “Ingeniero del 2025” deberá exhibir como cualidad la capacidad práctica de aplicación de su ingeniero a fin de identificar problemas y encontrar las soluciones adecuadas.
En nuestro tiempo, los ingenieros que dominan los Principios de Gerencia y Negocios, son recompensados con posiciones de liderazgo. Esta característica no sufrirá cambios en el futuro.
“El Ingeniero del 2025”, los ingenieros deberán poseer cualidades que son difíciles de expresar en una sola palabra. Ello involucra dinamismo, agilidad, flexibilidad, resistencia, y tesón.
LA EDUCACIÓN DEL “INGENIERO DEL 2025”
Debido al rol cambiante del ingeniero en satisfacción de las necesidades de la sociedad se debe lograr un balance entre la necesidad de desarrollar las habilidades técnicas en gerencia, en particular en relación a la planificación y la ejecución de los proyectos.
Se debe proveer una mayor variedad de oportunidades al ingeniero para mejorar y aumentar su conocimiento y comprensión de su relación con el entorno social que lo rodea.
La interdisciplinaridad y una mayor flexibilidad deberían ser fomentadas cuando sea posible, y a todos los niveles del proceso educativo.
Si queremos cerrar la brecha entre el mundo desarrollado y los países en vías de desarrollo, es imperativo que en nuestros países generemos nuestro propio conocimiento y nuestra propia capacidad de investigación y desarrollo.
A pesar de que la formación del ingeniero debe centrarse en las necesidades de su propio entorno, la visión a largo plazo debería enfatizar los problemas comunes que enfrenta el ingeniero a nivel mundial.
En todos los casos la experiencia práctica como parte del proceso educativo es altamente recomendable.
La Ingeniería es hoy, más que nunca, la profesión de la continua renovación y auto-renovación.
La interdisciplinaridad y una mayor flexibilidad deberían ser fomentadas cuando sea posible, y a todos los niveles del proceso educativo.
Si queremos cerrar la brecha entre el mundo desarrollado y los países en vías de desarrollo, es imperativo que en nuestros países generemos nuestro propio conocimiento y nuestra propia capacidad de investigación y desarrollo.
A pesar de que la formación del ingeniero debe centrarse en las necesidades de su propio entorno, la visión a largo plazo debería enfatizar los problemas comunes que enfrenta el ingeniero a nivel mundial.
En todos los casos la experiencia práctica como parte del proceso educativo es altamente recomendable.
La Ingeniería es hoy, más que nunca, la profesión de la continua renovación y auto-renovación.
Podemos decir entonces, para cerrar estas reflexiones, que “se hace necesario que la universidad visualice su rol en los años venideros, se prepare y actúe para dar respuesta a las transformaciones de una sociedad que avanza rápidamente”
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